Médicos estadounidenses lograron curar de leucemia a una mujer de 50 años con una vacuna contra el sarampión. La mujer, que no tenía esperanzas de recuperación, entró en remisión completa. Los especialistas afirman que podría ser la milagrosa vacuna contra la enfermedad.
Un grupo de especialistas estadounidenses lograron curar de leucemia a Stacy Erholtz, de 50 años, con una vacuna contra el sarampión.
De esta manera, la medicina mundial se vio sorprendida por el 100% de efectividad de esta droga sobre la enfermedad de cáncer en la sangre, que afecta a miles de personas en todo el mundo.
El caso de Stacy Erholtz comenzó el año pasado, cuando ya sin esperanzas de curarse, participó de un ensayo en la Clínica Mayo: un grupo de investigación médica sin fines de lucro que viene realizando investigaciones hace más de un siglo.
Como sujeto del experimento, a la mujer le inyectaron en la sangre la vacuna contra el sarampión en una dosis muy fuerte (como para inocular a 10 millones de personas).
A partir de ese momento, el cáncer que se había extendido por todo su cuerpo se convirtió casi de inmediato en “no detectable”. Así lo informó el investigador principal del proyecto, Stephen Russell a un medio local.
“Se trata de un hito. Hemos sabido durante mucho tiempo que podemos inyectar un virus por vía intravenosa y destruir el cáncer metastásico en ratones. Pero hasta ahora nadie ha demostrado que se puede lograr en humanos”, dijo Russell.
“Creo que es simplemente increíble. ¿Quién lo habría pensado?”, dijo Erholtz a la agencia Efe, quien participó del experimento junto a otro hombre, que según informaron no se curó.
Pero igualmente “hay indicaciones de que (el virus genéticamente modificado) puede estimular al sistema inmunológico para que reconozca mejor las células cancerígenas y ayude a luchar contra ellas de forma más eficaz”, indicó Angela Dispenzieri, otra de las autoras del estudio y experta en mieloma múltiple.
En términos sencillos, el virus provocó que las células cancerígenas se juntaran y se desintegraran, según explicó Angela Dispenzieri.
Los investigadores preparan una segunda fase del ensayo clínico con una dosis mayor, y quieren probar si su eficacia aumenta al combinarlo con la radioterapia.
De obtener en los próximos años el visto bueno de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU podrían cambiar la medicina mundial y hacerse dueños de uno de los avances científicos y médicos más importantes del siglo.