"Vi la muerte y me fui corriendo para el otro lado", contó Carolina Z. de 25
años quien acaba de sobrevivir a una nueva golpiza de su pareja, al que denunció
30 veces por violencia de género, pero no fue escuchada.
La joven habló con Télam desde un lugar seguro, protegido, donde un equipo de
la Dirección de la Mujer de Rosario la resguarda luego de su internación en el
hospital Alberdi al que llegó inconciente luego de ser golpeada con un fierro
por Roberto L. su pareja desde hace cuatro años, que se encuentra prófugo.
"Me pasaron cosas muy fuertes, muy seguidas", dice la joven, mientras se
reconoce nerviosa por la entrevista periodística a la que accedió "porque sé que
le va a servir a otras mujeres que están pasando por lo mismo".
Los detalles de "las cosas fuertes" que le pasaron tienen que ver con los
golpes permanentes, el maltrato psicológico e incluso la violencia económica,
porque ella trabajaba como empleada doméstica "lo que a él le gustaba, porque me
sacaba toda la plata que yo ganaba trabajando", contó.
La sonrisa también aparece en su testimonio cuando habla de Milagros, su beba
de cinco meses que con llanto tenue reclama la teta materna: "ella es un
milagrito para mi vida, juntas vamos a salir adelante".
También su mamá Maria Antonia es un sostén "porque estuvo siempre, antes,
ahora y ya me dijo que me va a seguir acompañando. Es la única persona en la que
puedo confiar", confesó.
Sabe que llegó el límite para el maltrato cuando dice que durante la golpiza
"vi la muerte y salí corriendo para el otro lado", por lo que decidió hacer
pública su situación.
La directora de la Mujer de Rosario, Silvina Santana, confirmó a Télam que se
hicieron cargo del caso "porque nos avisaron del hospital y ahora la estamos
resguardando y dándole todo el apoyo para que ella salga definitivamente de esta
situación".
Carolina hizo 30 denuncias por violencia en diferentes comisarías de la
ciudad donde "me decían que yo era mayor y sabía lo que tenía que hacer, pero no
me decían cómo", relató angustiada.
Para la directora del Instituto de Género, Derecho y Desarrollo de Rosario e
integrante del Comité de Expertas en Violencia de la Organización de Estados
Americanos (OEA), Susana Chiarotti, "tenemos un indicador grave que debe ser
leído por el Poder Judicial, por la policía provincial, porque está mostrando
que el tema de la violencia de género no les importa", dijo la experta.
"No hacen ningún caso de las denuncias de las mujeres, no las escuchan, no
toman ninguna medida, no lo pasan al tribunal, el tribunal no cita, no hay
medidas cautelares, no hay protección para la mujer", denunció.
Chiarotti opinó en declaraciones al informativo del Foro Argentino de Radios
Comunitarias (FARCO)que "estas 30 denuncias son una vergüenza para el Poder
Judicial y una vergüenza para los que trabajan con la seguridad de las
personas".
En tanto Santana explicó que "no hay un registro de todas las denuncias, ya
que algunas mujeres van a comisarías, otras a tribunales y nosotras registramos
las que llegan a nuestro servicio".
También reconoció que las mujeres que buscan ayuda en la Dirección "relatan
que si van solas a hacer denuncias a la policía, muchas veces no se las escucha,
por eso nosotras las acompañamos en todo el proceso que implica salir del
círculo de la violencia".
A Carolina la acompañaron a hacer la denuncia por la agresión y también por
amenazas, las que quedaron radicadas en los juzgados Correccional número 4 y el
de Instrucción número 11.
Cuando el caso se difundió, la comisaría 30, a la que la joven y su mamá
habían recurrido en varias oportunidades sin obtener respuestas, actuó de oficio
y giró la actuación a la Fiscalía número 1 a cargo de Lucía Araoz.
La justicia libró una orden de captura para el violento, quien aún no fue
capturado.
Desde su lugar seguro, Carolina agradece el apoyo del equipo de la Dirección
de la Mujer y confiesa sus ganas de superar el miedo y de comenzar otro proyecto
de vida.
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