El ex dictador Reynaldo Bignone, el represor Santiago Riveros y otros siete
imputados serán juzgados desde hoy por secuestros y violaciones a los derechos
humanos, entre ellos a siete embarazadas que dieron a luz en una maternidad
clandestina.
Se trata de la maternidad clandestina que funcionaba en la guarnición militar
de Campo de Mayo en la última dictadura.
El Tribunal Oral Federal 1 de San Martín, integrado por Héctor Sagretti,
Daniel Cisneros y Daniel Petrone, estará a cargo del juicio en el que se
acumularon cinco causas, entre ellas la apropiación de Laura Catalina de Sanctis
Ovando, nieta restituída en 2008.
Las audiencias se realizarán desde hoy a las 9.30 en el nuevo edificio
destinado a los juicios de lesa humanidad en jurisdicción de Campo de Mayo,
ubicado en Pueyrredón 3728, partido bonaerense de San Martín.
Los acusados, además de Riveros (ex comandante de Institutos Militares) y
Bignone (segundo de Riveros), son Luis Sadí Pepa, Eugenio Guarañabens Perelló,
Julio San Román, Hugo Castagno Monge, Carlos Eduardo Somoza, Carlos del Señor
Garzón y María Francisca Morillo, estos últimos acusados por apropiación de
Ovando.
Tres de las causas corresponden a siete embarazadas desaparecidas junto a sus
parejas y en un caso una asesinada en Campo de Mayo.
Los nombres de las embarazadas desaparecidas junto a sus parejas son Marta
Graciela Alvarez, Ana María Lanzilotto, María Eva Duarte, Isabel Acuña, Miryam
Ovando, Susana Stritzler y Beatriz Recchia.
Alba Lanzilotto, del grupo Memoria del Pueblo de la parroquia de la Santa
Cruz, dará su testimonio en el juicio por la desaparición de su hermana Ana
María, quien desapareciera embarazada de ocho meses el 19 de julio de 1976.
En diálogo con Télam, Lanzilotto valoró que "se los condene a todos por el
daño que han hecho al país", aunque está segura de que el pacto de silencio
entre los represores se mantendrá y no sabrá sobre el destino de su sobrina y el
bebé recién nacido.
"No hablarán porque el pacto es una enfermedad terminal, pero tengo la
esperanza de que este juicio sirva para que mi sobrino o sobrina y los casi 400
que faltan reflexionen y sientan la necesidad de saber la verdad y de salir de
ese mundo de mentiras", afirmó.
Previo a su primer testimonio en un juicio después de 36 años del secuestro
de su hermana, Lanzilotto reconoció que "las familias ansiamos recuperar parte
del ser amado en una sonrisa, gesto o en un abrazo, y recobrar de alguna manera
lo que hemos perdido".
Los querellantes en el juicio son la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo,
Laura de Sancrtis Ovando, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y la
Asociación de ex Detenidos Desaparecidos, entre otras querellas
particulares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario