José Como Birche, un cirujano cardiovascular de La Plata que fue cartonero
para poder pagar sus estudios, realizó esta semana la operación número 5.000 en
el sistema de salud público, lo que constituye un récord de intervenciones en
Buenos Aires.
El ministro de Salud, Alejandro Collia, hizo un reconocimiento a la
trayectoria del profesional y destacó que “es un orgullo encontrar profesionales
así, tan dedicados a su trabajo, con amor por sus pacientes y su profesión”.
Antes de ingresar como pasante al hospital San Juan de Dios de La Plata,
donde hoy es jefe del servicio de Cirugía Cardiovascular, el cirujano fue
cartonero, recolectó flores, cortó el césped de los vecinos y copió a mano los
libros que tenía que estudiar.
Como Birche, de 52 años, dirigó 15 mil cirugías cardíacas en toda su carrera,
un tercio de ellas en el San Juan de Dios y realiza 250 cirugías centrales por
año a corazón abierto. “La primera cirugía que vi fue una cirugía cardíaca, a
mis 19 años. No me impresionó, me fascinó”, recordó el médico.
Como Birche también recordó que a esa edad encontró una mañana a su padre
muerto en la cama porque el corazón le había dejado de funcionar y que, tras
muchos años de estudio, supo que para seguir viviendo su padre necesitaba un
marca pasos que nunca le fue puesto.
Esa ironía del destino, explica, fue la que lo llevó a elegir este oficio y
explicó que en toda su carrera "puse cientos y cientos de marcapasos, una de las
intervenciones más sencillas, de esas que los cirujanos que recién empiezan
hacen para ganar seguridad en el oficio de los corazones".
Hace ocho años que es jefe del servicio de Cirugía Cardiovascular del centro
público que más operaciones cardiavosculares realiza en toda la provincia, con
un promedio anual de 500 intervenciones de alto riesgo.
Como Birche cuenta con el mérito de haber terminado con la lista de espera
para cirugías cardáacas en ese hospital. “Antes teníamos 800 personas en lista
de espera y el promedio de cirugía era de 80 por año”, narró y añadió que “la
forma de terminar con la espera fue incrementar el número de cirugías”.
También recordó que "la carrera de Medicina en la Universidad Nacional de La
Plata le costó el triple que a sus compañeros por el hecho de ser pobre".
Como Birche hizo tres veces el ingreso a la Facultad de Medicina durante la
última dictadura cívico-militar, cuando sólo existían 250 vacantes por año, y
recién logró entrar durante el regreso de la democracia.
Desde los 15 años trabajaba en una fábrica, pero debió renunciar para poder
cursar. Como su madre era una mujer pobre con otros cuatro hijos que criar,
debió buscar alternativas para costear us estudios.
“Cuando entré todo fue muy dificultoso porque no tenía recursos y entonces
hacía lo que podía: copiaba libros que me prestaban en la biblioteca. Me copié a
mano los cuatro tomos del Tratado de Anatomía Humana de L. Testut”, rememora
sobre aquellas 4.339 páginas.
El médico explica que se "tuvo que adaptar a todas las circunstancias para
poder seguir adelante”, y entre esas cosas se dedicó al cartoneo con un amigo
para poder continuar con su carrera; recolectaba flores en los campos de
floricultura en las afueras de La Plata y cortaba el césped en su barrio los
domingos.
"Cuando ingresé fue un alivio porque ya tenía un sueldo y principalmente el
apoyo de la gente. Hoy el servicio de cirugía cardiovascular es como mi casa",
redondea.
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