lunes, 6 de agosto de 2012

Procesaron al carcelero narco y piden alojarlo en Entre Ríos


El expenitenciario Gabriel Ríos irá a juicio por los 350 kilos de droga que trasladaba en Corrientes dentro de un ataúd. Ahora pidió quedar detenido en una cárcel cerca de su familia, en Paraná.

En menos de un mes y medio la Justicia Federal de Corrientes resolvió el procesamiento de Gabriel Ríos, el penitenciario entrerriano que fue hallado con un gran cargamento de droga en el noreste del país. Además, le rechazaron el pedido de excarcelación, y ahora espera que el Servicio Penitenciario de Entre Ríos defina su solicitud de ser alojado en una cárcel de la provincia. Sin embargo, en principio esto sería poco probable, ya que las autoridades del SPER consideran peligrosa la detención de Ríos junto a internos y custodiado por sus excompañeros de trabajo.

 


En el Juzgado Federal Nº 2 de Corrientes, a cargo de Juan Carlos Vallejos, se tramita la causa contra Ríos, iniciada el 24 de junio, cuando personal del Escuadrón 48 de Gendarmería Nacional desarrollaba el operativo Escudo Norte, sobre el corredor vial de la ruta nacional Nº 12, en el acceso a la localidad correntina de Paso de la Patria.

 

Aquel domingo por la noche circulaba por allí una Fiat Ducato tipo ambulancia utilizada como unidad de traslado de féretros, de la Funeraria Paracao de Paraná, que se dirigía desde Itatí hacia la ciudad de Corrientes. A su mando iba Ríos, agente del Servicio
Penitenciario entrerriano. Los gendarmes le solicitaron la documentación del vehículo y la que habilita el traslado de un cadáver. El hombre exhibió una partida de defunción falsa, pero no pudo ocultar el nerviosismo. Al abrir las puertas traseras del vehículo y correr la tapa del ataúd los agentes encontraron varios bultos hechos con una funda morguera negra y de plastillera, y en su interior numerosos paquetes con nylon marrón. Las pericias practicadas mas tarde sobre la sustancia vegetal que había en cada ladrillo confirmaron lo que era evidente: se trataba de 349,9 kilos de marihuana. Además, los uniformados secuestraron una pistola 9 milímetros que el conductor tenía en su poder, otorgada por el Servicio Penitenciario al que pertenecía.

 

Ríos, que se desempeñaba como guardiacárcel en la Unidad Penal Nº 1 de Paraná, quedó inmediatamente desplazado del SPER y se le inició un sumario administrativo.

 

Luego de la indagatoria y las medidas judiciales que reunieron testimonios y pruebas comprometedoras, el juez Vallejos procesó al carcelero por el delito de Transporte de estupefacientes, por lo que en breve podría elevarse la causa a juicio oral. Mientras continúa detenido en una cárcel de Resistencia, Chaco, mediante su abogado defensor Ríos pidió la excarcelación, pero el juez no lo admitió. Entonces, solicitó ser trasladado y alojado en la cárcel de Paraná, o en algún penal de Entre Ríos, para estar cerca de su familia. Vallejos envió un oficio al Servicio Penitenciario entrerriano para que las autoridades evalúen esta posibilidad. En estos días, el director general del Servicio Penitenciario, Horacio Pascual, responderá el oficio del juez correntino.

 

Según se informó a UNO, las autoridades del SPER no consideran pertinente que Ríos quede detenido en la provincia por un doble motivo: por un lado, sería sumamente riesgoso para su integridad física compartir una cárcel con internos que guardan resquemor con los guardiacárceles; por otro, sería inconveniente y contradictorio que quede custodiado por sus propios excompañeros de trabajo.

 

Una de las posibilidades que evalúan, es que Ríos sea alojado en alguna dependencia de una fuerza nacional, como la Policía Federal, la Gendarmería o la Prefectura. Si bien estas fuerzas no cuentan con espacios aptos para alojar presos, estiman que se podría acondicionar un lugar para que el carcelero quede detenido.

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