Las fotos que publicó en su perfil de Facebook el
titular de la Administradora Tributaria de Entre Ríos, Marcelo Casaretto,
paseando por Londres y con un manojo de Libras Esterlinas en sus manos causó
gran indignación en la provincia.
La capital de Inglaterra es una de las
ciudades más caras del continente europeo y, además, en temporada alta y en
plena realización de los Juegos Olímpicos, se torna imposible para el
entrerriano medio, pero el recaudador de la provincia puede permitirse estos
lujos.
La población en general y la oposición se hicieron sentir, pero
el mayor enfado se vivió en el propio oficialismo, y la ostentación de Casaretto
tuvo el pico de repercusión en el senado.
En una reunión del bloque del
Partido Justicialista, los 17 senadores descargaron su enfado contra el
recaudador de la provincia, que intima a los contribuyentes para que paguen los
impuestos, y obliga a la gente a ver procuradores para ponerse al día y, además,
tiene tiempo para disfrutar de la selección de básquet en los Juegos
Olímpicos.
Los senadores enfurecidos vociferaban que, mientras en la
provincia no hay aumentos de sueldos para los empleados ni mejoras en los
contratos, el encargado de la recaudación entrerriana se toma unas vacaciones en
Europa, y ostenta con una gran sonrisa la moneda extranjera.
El bloque
propuso elaborar un proyecto de resolución repudiando la actitud de Casaretto y
para desligar al gobernador de la provincia de la situación, para que no quedara
pegado tras la publicación de las fotos del viaje por parte del funcionario,
quitándole herramientas a la oposición.
En la reunión había varios
senadores enardecidos, pero el que estaba particularmente fuera de sus casillas
era el barbado Víctor Hugo Vilhem, que gritaba “si yo fuera Urribarri, ¡la
patada en el orto que le pego!”.
El senador se refería al administrador
de la provincia, un Casaretto que, según comentan, está cada día más agrandado y
se siente intocable, como un Montoya o Guillermo Moreno de Entre Ríos.
Incluso, según comentan los mentideros, el titular de la ATER habría
expresado “dicen que soy un quemo por lo que publiqué, pero si no fuera por mí,
la provincia estaría en llamas” y que si no hubiera sido por su intervención, no
se habrían pagado los sueldos ni el aguinaldo.
En tanto, Casaretto sigue
paseando por las calles y museos londinenses, y pagando sus gastos en libras,
cuando en el país hay que superar un sinfín de trabas para conseguir monedas
extranjeras.
En la provincia, la polémica parece estar lejos de llegar a
su fin, ya que los contribuyentes sostienen que aunque su sueldo de recaudador
le permita viajar por el mundo, la ostentación del administrador es una burla
para la gente que él mismo está intimando para que se pongan al día, y a la que
se le hace imposible hacer frente a los intereses, moras, punitorios y
procuradores que les pone el recaudador.
A pesar de la controversia, el
titular de la ATER dice que tiene la plata para darse estos lujos.
En
definitiva, como dijera un filósofo: "al perro que tiene dinero se lo llama
Señor Perro |
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